JOSEP
BERNABEU
Hoy
han empezado los exámenes de Selectividad para más de 32.000
alumnos en Catalunya, unas pruebas que no han estado exentas de
polémica durante los últimos años. Además de los nervios que
generan unos exámenes tan trascendentes, los estudiantes catalanes
han tenido que sortear dificultades añadidas en forma de erratas,
errores tipográficos, ecuaciones formuladas erróneamente o textos
literarios que no entraban en el temario de lecturas obligatorias de
Bachillerato. Raro es el año que no se detecta alguna anomalía que
rápidamente corre como la pólvora por las redes sociales y los
medios de comunicación.
Cabe
esperar que las autoridades educativas hayan hecho bien los deberes y
las pruebas de este año transcurran con mayor tranquilidad y no
ocurra como en Alemania, donde hace poco más de un mes se desató
una gran polémica al descubrir que uno de los ejercicios de
matemáticas de los exámenes de Selectividad tenía como
protagonista un avión sobrevolando unas montañas. En el ejercicio
los estudiantes debían calcular la trayectoria de un avión que se
dirigía a la cima de una montaña y en un momento del recorrido el
piloto decide cambiarla y volar hacia otro punto. A todas luces, un
ejercicio desafortunado e inoportuno, habida cuenta que el país aún
se encontraba de luto por la reciente tragedia en los Alpes de un
avión de Germanwings. Suspenso colosal a las autoridades educativas
alemanas por tan grave falta de sensibilidad.
En
Catalunya nunca se han producido semejantes despropósitos, pero
algunos de los errores detectados han provocado la repetición de
exámenes e incluso la apertura de expedientes. Aparte de la
confusión que han provocado en los alumnos las equivocaciones
descubiertas en los exámenes, la Selectividad también ha generado...