JOSEP BERNABEU
Dicen que el trabajo bien hecho no tiene fronteras. Y debe ser verdad, pues la clave del éxito de muchas empresas radica en eso, en el trabajo bien hecho. Si al trabajo bien hecho le añadimos unas buenas dosis de liderazgo, innovación, capacidad para asumir riesgos, responsabilidad, creatividad, ética, compromiso y una comunicación acertada, el éxito está asegurado. O casi asegurado, pues para alcanzar el éxito empresarial – sobretodo si se trata de pequeñas y medianas empresas– aún hay que añadir otro ingrediente indispensable: una buena financiación.
La crisis económica ha activado las buenas ideas empresariales. Cada día hay más emprendedores y más pymes que llaman a la puerta de las entidades financieras para reclamar una financiación adecuada a sus proyectos. Los bancos han abierto el grifo del crédito que mantuvieron cerrado durante los últimos años y eso ha activado miles de iniciativas empresariales que ahora están cuajando. Una prueba evidente de que pymes y bancos se han puesto las pilas son los datos de creación de empleo en España.
Durante los años más duros de la crisis económica las pymes son las que más han tirado del carro laboral. Tanto, que ahora son la locomotora de la recuperación económica y sobretodo de la creación de empleo. Los datos de la Encuesta de Población Activa así lo corroboran. Entre junio de 2013 y junio de 2014 el empleo creció un 1,12% y entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014 un 1,59%. En cambio, tal y como revelan los datos de la Central de Balances elaborada por el Banco de España, durante estos mismos periodos de tiempo las grandes empresas en su conjunto no han parado de destruir empleo.
